Hotel Phantatiké es un conjunto de obras desarrolladas a partir de una investigación financiada por el FONDART, las cuales conjugan las nociones de cama, espacio y escenografía.
Las camas que aparecen en dichas obras son recolectadas en escuelas rurales a partir de clases y conversaciones con niños de aquellos establecimientos, es así, como lo público y lo privado son puestos en escena de manera pictórica asumiendo un resultado que pone de manifiesto nuestro entorno íntimo en otro de circulación pública.

Esc. G-12 Víctor Vergara Campos, Rincón de Sarmiento.

Después de una ruta con muchos callejones, caminos de tierra y árboles frutales, se encuentra la Escuela de Rincón de Sarmiento, muy sencilla y con todos los muros de su patio pintados.

La escuela se dividía en dos ciclos (dos cursos), la clase-taller se impartió en el que incluía a primero y segundo año básico.

Siempre en la introducción a la clase-taller hablamos un rato sobre la cama y como ésta se presenta en nuestro cotidiano; el cotidiano en es esta escuela fue pieza fundamental al igual que lo escenográfico ya que esta escuela constaba de una especie de salón o teatro. Hablamos de los tipos de camas y sus formas, fue más juego que otra cosa, y como en todo juego se aprendió bastante. Se enfrentaron los talleres desde esa perspectiva con el fin de captar más rápido la atención e interés de los niños. Hasta ahí todo estaba en orden, los niños muy receptivos me contaban una y otra vez donde se encontraban sus hogares, las actividades pasaban muy rápido.

El primer día mientras los niños almorzaban, preparaba el registro del lugar, sus paredes, pizarrones y patio, todo más o menos dentro de los márgenes de una Escuela Rural típica, en eso estaba cuando al final de uno de sus dos corredores apareció un espacio increíble, era lo más parecido a un teatro, un teatro-rural-escolar, la pieza era más que motivante, todo ahí es obra o posible de pintar.

La sorpresa fue grata, nunca imaginé que podría encontrar ese espacio en ese lugar, la luz se filtraba por todos lados, afuera el sol entibiaba y las sillas desparramadas tenían un dejo de escenografía abandonada, de hecho esa es una sensación que siempre está presente dentro de estos viajes. Los espacios, en general, con el tiempo adquieren algo teatral o escenográfico que contiene siempre una carga melancólica, aunque se trate de una Escuela.

La vuelta aquel día, como siempre, fue más rápida que la llegada, más árboles frutales con sus respectivas flores, gente en bicicleta y el sol que brilla y brilla.